¿Ahora qué si voy a estar encerrado todo este tiempo?

Justo cuando iba a llegar la primavera nos toca quedarnos adentro.

Cuando nos volvamos a ver no me va a querer.

¿Cómo puedo ser mejor si estoy solo?

De eso se trata, estar conmigo es estar acompañado, aquí estoy yo mismo para hablar y mirarme a los ojos.

¿Vas a salir gordo de esta cuarentena?

(Y los que aguantamos hambre qué, los que acumulamos deudas o tenemos hijos y no tenemos ahorros ¿QUÉ?)
Las noches son insoportables, la gente también!

Estoy cansado de escuchar la palabra CORONAVIRUS o COVID-19

Que fastidio tanto terror en todos los medios.

Se siente mucho silencio durante el día y es rico.

Los pájaros parecen cantar diferente.

¿Será que mucha gente va a morir?

¿Mi mamá estará bien?

Yo me siento muy bien aunque me siento solo, pero eso no es nuevo.
Se pasó la primavera y llega el verano, también en soledad.

Necesito alejarme de los medios digitales.

No soy capaz de leer ni de pensar con esta angustia que hay detrás de mi tranquilidad, esa mentira.

Estoy contento porque mi gata se ha vuelto más tierna porque paso todo el tiempo en la casa.

Estoy haciendo cosas que me gusta hacer y no las que debo, no quiero saber nada de la universidad.

Me aburre pensar en conectarme a las clases pero cuando me conecto las disfruto.

Tengo tiempo para aprender a tocar Cello y grabar canciones que me gustan.

Voy a aprender a manejar programas de edición y producción musical.
No veo la hora de que se acabe este semestre para poder aprovechar este tiempo de encierro como debe ser.

No me importa sacar buenas notas, yo sólo quiero estar tranquilo.

Estoy aprendiendo tantas cosas que no serán evaluadas, no me importa.

Este tiempo es para ser yo, para no dejarme acosar por otro que no sea mi voluntad de ser y vivir ¿por qué no me lo permito si lo sé?

Quiero dormir mucho, pero las noches son largas de perseguir el sueño que no llega.

La extraño. Tan fácil todo y a la vez tan complicado.
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REFLEXIÓN SOBRE LA CUARENTENA

Antes de todo esto, durante mis días normales, he tratado de vivir el presente, el pasado es lo que compone y ha creado este que soy ahora y obviamente el futuro es algo que no tengo en cuenta como una probabilidad, pero nunca lo he visto o sentido como una certeza; sin embargo, durante esta situación, el futuro ha menguado su calidad de incierto a menos, puesto que no podría predecir qué sigue después de esto. Quizá nadie pueda y me parece baladí intentarlo; puesto que el presente es la cuarentena y para muchos el encierro, la soledad, la desestabilidad económica, el hambre, la muerte... Todas esas cosas parecen, para mí, pesar en el aire del presente, especialmente en las noches, yo acostumbro ejercitarme y hacer yoga, meditar, estirar, a veces hasta bailar y cantar; eso ha permitido en mi vida una siesta tranquila durante las noches, pero esa fórmula parece no funcionar con el ámbito denso de estos días. Pienso que se puede deber a que estamos conectados a una red global de energía que nos transmite el sentimiento general de la humanidad y que, durante las noches en especial, accedemos a esa red porque el estado de ensueño lo facilita. Quizá por eso no he podido tener noches tranquilas, ni revivificantes o incluso de sueño pleno. A veces incluso me levanto sintiéndome más cansado que cuando me acosté, como débil o hasta "enfermo" aunque no tenga síntoma alguno.

Siento que lo que menos debe importar ahora es lo material o sistemático que arrastramos de la costumbre que traíamos hasta esta situación de encierro. Creo que hay que leer en el día a día lo que nos dice el cuerpo, lo que nos digan algunos sueños que podamos rescatar o ese mismo "no poder soñar". A veces camino por mi casa durante la noche y tengo el cielo para mirar y me parece muy tranquilo y me calma el insomnio. A veces, durante el día, escucho pájaros, que siempre había escuchado, cantar de otra manera, como si entendieran otras cosas que nosotros no podemos leer en el ámbito. Creo que a pesar de todos los esfuerzos que hagamos como humanos, aún conectados al sistema consumista y sedentario, este miasma venenoso que pulula en el aire nos va a afectar de alguna manera y que lo más sano es no atiborrarnos de responsabilidades con fines lucrativos o progresistas o competitivos. No me parece que sea recomendable pensar que la salida de la cuarentena va a ser el disparo que dará inicio a la carrera por tener más que el de al lado que veníamos corriendo hasta el inicio de ella. Mis reflexiones me han llevado a pensar que lo mejor es estar tranquilo, en paz consigo mismo y dando amor y compañía a quienes nos importan y queremos saber ahí siempre, a nuestro lado, aún si están lejos en términos físicos. Hasta ahora eso siento y me parece denso sentirlo y sin embargo algo que debemos dejar ser. Pues a pesar de que hago muchas cosas que disfruto, otras las he relegado al capricho de mi ser y no las fuerzo (a veces un poco sí porque también tengo ese impulso de responsabilizarme con lo que me inscribo a hacer) a suceder porque me parece que el estado de la humanidad debería ser meditativo, contemplativo, y, al igual que en ese estado, conviene no forzarse a estar en silencio, pero tampoco permitir a plenitud que los pensamientos externos (a los que equiparo el obligarse a producir o aprender o mejorar para la carrera que se viene) nos saquen del presente, porque este presente está cargado de un mensaje completamente retador y doloroso para la humanidad, más como animales habitantes de la tierra que como sociedad, no deberíamos ignorar ese dolor o esa densidad, tampoco entregarnos a él, pero sí reflexionarlo para cambiar en nosotros lo que queremos ser y ver de diferente en la vida que nos espera después de esto.